"Escuche al sentido común de su pueblo", aconsejó Al Asad a Obama durante una entrevista con la cadena de televisión norteamericana Fox News.
Al Asad se refería aparentemente a las encuestas que revelan una desaprobación de la mayoría de los estadounidenses ante el plan formulado el mes pasado por la Casa Blanca para un ataque limitado en Siria, con el fin de destruir el arsenal químico del régimen.
El Gobierno de Obama ha aparcado ese plan por el momento ante la firma de un acuerdo con Rusia para poner ese arsenal bajo control internacional, pero se reserva la posibilidad de atacar unilateralmente Siria en caso de que el régimen no cumpla con el pacto.
Al Asad rechazó la noción "mal entendida" de que Siria aceptó entregar sus armas químicas con el único fin de evitar un ataque selectivo de EE.UU., como mantiene el Gobierno estadounidense.
"Esto no se trata de la amenaza. Siria nunca obedece a ninguna amenaza. Respondimos a la iniciativa rusa por nuestras necesidades y por nuestra convicción", aseguró.
"Así que tengan o no (la opción de recurrir a) el capítulo 7 (de la Carta de la ONU), esto se trata de política entre naciones", indicó Al Asad en referencia a la posibilidad de que EE.UU. invoque esa cláusula de Naciones Unidas para justificar el uso de la fuerza contra Siria.
Al Asad volvió a negar que su país viva una guerra civil y aseguró al contrario que está inmerso en "una nueva clase" de guerra a la que se han unido guerrillas islamistas de más de 80 países.
"Sabemos que tenemos decenas de miles de yihadistas. (...) Entre el 80 y el 90 por ciento de los terroristas clandestinos son de Al Qaeda y sus brotes", aseveró.
Según el mandatario, al comienzo de la rebelión, en marzo de 2011, sus oponentes eran rebeldes sirios, pero desde el final de 2012 los extremistas se han convertido en una mayoría en ese bando.
Alegó que la razón principal por la que han muerto "decenas de miles de sirios" han sido "los ataques terroristas, los asesinatos y los atentados suicidas" llevados a cabo por esos extremistas.