La misión de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), compuesta por 20 expertos, arribó al aeropuerto internacional de Beirut en un de un avión privado procedente de Holanda, informó la Agencia Nacional de Noticias Libanesa (ANN).
Los inspectores comenzarán mañana martes la operación para contabilizar, controlar y posteriormente destruir las armas químicas sirias, de cuyo empleo contra civiles se acusan el régimen sirio y la oposición armada.
El régimen y los insurgentes se acusan mutuamente de haber utilizado armas químicas durante los 30 meses de esta guerra que ha costado la vida a más de 110 mil personas y obligado a otros dos millones a escapar del país.
Se trata de los primeros pasos para la aplicación de un plan acordado por la comunidad internacional y ratificado por las Naciones Unidas para destruir el arsenal sirio durante la primera mitad de 2014.
La labor de la primera fase del proceso es verificar los datos aportados por Siria en cuanto a la cantidad de armamento químico, seguido de la destrucción de las instalaciones de producción y la eliminación del armamento mismo durante la última fase.
Su misión, respaldada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la semana pasada, fue gestionada por Estados Unidos y Rusia después de un ataque con armas químicas el pasado 21 de agosto en Damasco que desató amenazas de Occidente de emprender una acción militar contra Siria.
De acuerdo con los plazos acordados por las Naciones Unidas, las instalaciones tienen que estar destruidas para el 1 de noviembre, mientras que la destrucción de las armas en sí mismas se tendrán que eliminar, con ayuda de unidades móviles, en la primera mitad de 2014.
Mientras tanto, otro grupo de inspectores de las Naciones Unidas que investigaba el uso de armas químicas y biológicas durante la guerra civil en Siria, abandonó este lunes Damasco después de su segunda misión en dos meses.
Ese equipo, encabezado por el científico sueco Ake Sellström, investigó siete supuestos casos de uso de armas químicas, incluyendo tres reportados en los alrededores de Damasco en los días posteriores al ataque del 21 de agosto.
El grupo que este lunes abandonó Siria prevé presentar un informe final sobre el empleo de armas químicas a fines de octubre próximo en base a su trabajo de campo efectuado durante los últimos días en siete lugares del país.
El canciller ruso, Serguei Lavrov, reiteró que dispone de informes de que el gas sarín empleado el 21 de agosto en la periferia de Damasco (Goutha) tiene un origen similar al usado el 19 de marzo cerca de Alepo, sólo que su concentración fue mayor en la segunda ocasión.
Advirtió que la oposición siria intentará de nuevo emplear armas químicas para provocar una intervención militar extranjera y un golpe contra Siria.
En tanto, un atentado suicida con carro bomba se registró este lunes en un suburbio de Damasco, causando una cifra indeterminada de muertos y heridos, informó el canal de televisión progubernamental Sama.
La explosión se produjo en el poblado Jdaidet al-Shaibani, unos 16 kilómetros al oeste de Damasco, cuando un kamikaze hizo estallar el coche bomba que conducía en un punto de control del ejército.