"Un muro se ha hundido, pero afortunadamente todos estamos bien", han indicado las citadas fuentes. El nuncio apostólico, Mario Zenari, se ha personado de inmediato en el lugar para comprobar los daños. "Gracias a Dios, la explosión únicamente ha provocado daños materiales y no ha causado víctimas", han agregado.
"El mortero impactó en un ala de la Nunciatura que actualmente está fuera de uso", ha declarado a Reuters el padre Ciro Benedettini en la Ciudad del Vaticano. La Nunciatura Apostólica se encuentra en el barrio de Maliki, en el centro de Damasco y cerca de la Plaza de los Omeyas, la más extensa de la ciudad. Maliki alberga otras representaciones extranjeras y las residencias del Gobierno y de altos responsables de seguridad.
Se desconoce si la Nunciatura era el objetivo deliberado del disparo. El edificio ya ha sufrido el impacto de al menos ocho proyectiles de mortero desde el pasado mes de julio. Los rebeldes que combaten al régimen sirio de Bashar al Assad efectúan frecuentes ataques de mortero contra las zonas de Damasco controladas por el Gobierno.