Ilesos, ambos vieron momentos después que la vivienda había desaparecido y que tenían el sol “justo encima”, contó Zehr. Su casa, en las afueras de Washington, Illinois, fue barrida y sus restos quedaron dispersos a causa de uno de las decenas de tornados y potentes tormentas que barrieron el domingo el centro de Estados Unidos, dejando por lo menos seis muertos.
Los potentes vientos demolieron barrios enteros, volcaron automóviles y arrancaron árboles.
“Vieron (el tornado) allí mismo y se fueron al sótano”, dijo Zehr, señalando el lugar lleno de escombros donde estaba su casa.
El lunes por la mañana, el alcalde de Washington Gary Manier calculó que entre 250 y 500 casas fueron dañadas o destruidas por la tormenta, y no estaba claro cuándo podrán regresar los residentes.
“Nadie tiene electricidad, aunque algunas personas perdieron todo”, indicó Manier a los reporteros en el estacionamiento de un comercio destrozado que vendía autopartes y cerca de una fila de casas demolidas. “Cómo sobrevivió la gente es algo que no entiendo”, agregó.
La ola de tormentas ocasionó vientos y tornados en 12 estados: Michigan, Wisconsin, Iowa, Illinois, Missouri, Indiana, Ohio, Kentucky, Tennessee, Virginia Occidental, Pensilvania y el oeste de Nueva York.
El director de pronósticos del Centro para la Protección de las Tormentas del Servicio Nacional Meteorológico en Norman, Oklahoma, Bill Bunting, dijo que la tormenta fue parte del mismo sistema y “se desplazará rápidamente hacia el este y seguirá con rumbo este durante la noche y la mañana”.
Illinois fue el estado más castigado, con por lo menos seis personas muertas y decenas de heridos.
Un hombre de 80 años y su hermana de 78 murieron cuando un tornado alcanzó su granja cerca de New Minden, dijo el forense Mark Styninger. Una tercera persona murió en Washington, mientras que otras tres perecieron en el condado de Massac, indicó Patti Thompson, de la Agencia para la Gerencia de Emergencias de Illinois, quien no dio detalles de los hechos.
Las comunicaciones siguen siendo difíciles y con tantas carreteras intransitables, no quedó claro si los heridos y muertos aumentarán el lunes. El gobernador de Illinois Pat Quinn declaró siete condados zonas de desastre.
Washington, un pueblo de unos 16 mil habitantes situada a 224 kilómetros al suroeste de Chicago, sufrió al parecer los mayores daños, dijo el policía estatal Dustin Pierce.