En Siria, donde la violencia ha dejado más de 126 mil muertos y ha condenado al exilio a cientos de miles de personas desde marzo 2011, la opositora Coalición Nacional Siria informó sobre la muerte de dos niños.
"Husein Tawil, un bebé de seis meses, murió ayer a causa del frío en Alepo", la capital del norte de Siria, donde nevó en las últimas horas, afirmó un portavoz de la Coalición, Soner Ahmad.
"Se encontraba en un casa aparentemente damnificada a causa de los combates en la ciudad y no pudo resistir" al frío, añadió.
"Otro menor también murió ayer de frío en Rastán", bastión rebelde en la provincia de Homs (centro), indicó Ahmad sin poder ofrecer más detalles.
Un video difundido por los rebeldes el jueves mostraba el cuerpo sin vida de un niño, envuelto en una manta, con los brazos levantados y visiblemente congelados. "Los niños mueren de frío en la ciudad de Rastán", afirma la persona que graba al menor. En Líbano, amontonados en unos 200 campamentos de miseria, miles de refugiados sirios luchan contra el frío y la nieve.
"Cuando la nieve se derrite se convierte en barro dentro de las carpas, y además estas colapsan bajo el peso de la nieve", explicó Sakr, un niño de 13 años que vive en un campamento ubicado en Saadnayel. Otros niños, algunos sin gorro, estornudaban o se frotaban las manos. "Dennos algo para calentarnos", imploraban.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se moviliza en cooperación con el ejército libanés para distribuir mantas y dinero para la calefacción, aunque la situación sigue siendo "preocupante".
"La lluvia se intensificará el jueves por la tarde y la nieve caerá a partir de los 500 metros. La situación seguirá así hasta el viernes antes de que el tiempo mejore el sábado", afirmó el director del Servicio Meteorológico Nacional, Marc Wehaibé.
Estas condiciones climáticas son comunes en Líbano en este período del año, según los meteorólogos, pero sus consecuencias afectan duramente a los campos de refugiados.
La temperatura en Békaa (este de Líbano) cayó hasta 3 grados bajo cero el jueves por la noche, antes de subir a 5 grados por la mañana.
En Jordania, país que acoge también a cientos de miles de refugiados sirios, los ministerios y administraciones permanecían cerrados, así como los bancos y escuelas. El gobierno pidió a los habitantes quedarse en sus casas.
En Zaatari, un campamento de refugiados a 85 km al este de Ammán, el frío dificultaba las condiciones de vida de unas 13 mil personas.
"Necesitamos calefactores, está haciendo demasiado frío", explicó Haitham Sayad, un refugiado, mientras que sus hijos se apiñaban alrededor del único calentador eléctrico de su caravana. En Siria, las escuelas permanecían también cerradas debido a las condiciones climáticas, según los medios oficiales. La misma situación se vive Israel, donde las escuelas de Jerusalén y Haifa (norte) cerraron sus puertas debido a las nevadas.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu anuló una recepción prevista para la prensa extranjera debido al "clima poco clemente".
La mayoría de escuelas estaban cerradas en Cisjordania y en la Franja de Gaza. Lluvias torrenciales inundaron las calles del enclave palestino.
Una tormenta de nieve afectaba el oeste de Irán, dejando aislados unos 200 pueblos de la provincia de Kurdistán.
Por otra parte, fuertes precipitaciones cayeron el miércoles por la noche en el norte del Sinaí egipcio provocando cortes de electricidad y el cierre de puertos, según la agencia Mena.
En Turquía, afectada por la nieve desde el martes, principalmente en la región fronteriza con Siria, un responsable indicó que se tomaron las "medidas necesarias" para proporcionar asistencia a unos 200 mil refugiados que viven en campamentos.