El Premio Nobel de la Paz 1993, quien falleció el pasado 5 de diciembre a los 95 años de edad, fue el primer presidente negro de Sudáfrica y símbolo de la lucha contra el régimen de segregación racial (apartheid) dentro y fuera del país, cuyas enseñanzas lograron la unión de las razas de la humanidad.
Conocido por su pueblo como Madiba (título honorífico otorgado por los ancianos de su clan), nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, un poblado de 300 habitantes cerca de Umtata, provincia del Cabo Oriental, en el seno de una numerosa familia de bajos recursos económicos.
Adolescente y después de finalizar sus estudios básicos, Mandela se trasladó a Johannesburgo a concluir su bachillerato y estudiar con muchos esfuerzos Derecho en la Universidad de Witwatersrand, donde se graduó como abogado en 1942, a pesar de las humillaciones que sufrió en esa etapa de su vida.
El Premio Nobel de la Paz 1993 se casó primeramente con Evelin Ntoko Mase (1944-1957), con quien procreó tres hijos, los cuales ya murieron, después contrajo matrimonio con Winnie Madikizela (1954-1996) con la que tuvo dos hijas y finalmente se casó con Graca Simbine en 1998, justo en su cumpleaños número 80 quien lo despidió irremediablemente.
Un año antes de su matrimonio, Nelson Mandela fundó la Liga Juvenil, organizó movilizaciones de protesta contra el sistema de segregación racial (apartheid) y en 1944 ingresó en el Congreso Nacional Africano (CNA), un movimiento de lucha contra la opresión de los negros sudafricanos.
Después de la creación del Partido Nacional Sudafricano en 1948, que institucionalizó la segregación racial creando el régimen del apartheid, Mandela cobró importancia dentro del CNA, en especial en la campaña de desobediencia civil de 1952.
Meses después, Mandela y Oliver Tambo abrieron y dirigieron un despacho de abogados que proporcionaba consejo legal de bajo costo a muchos negros que de otra manera no hubieran tenido representación legal.
Inicialmente comprometido con los métodos no violentos de resistencia, siguiendo la inspiración de Gandhi, Mandela y otros 150 compañeros fueron arrestados el 5 de diciembre de 1956 y sentenciados a prisión, pena que cumplieron hasta ser liberados en 1961, cuando se les declaró no culpables.
Después, en 1962 se trasladó a Argelia para recibir entrenamiento militar y organizar la guerra del CNA, pero al regresar a Sudáfrica fue detenido, enjuiciado y sentenciado nuevamente a cinco años de prisión.
Tortuoso camino en prisión
Comenzando sus días en prisión, Mandela fue el prisionero número 466/64, lo que significa que fue el preso número 466 en 1964 en la isla de Robben, frente a
Ciudad del Cabo, donde paso 17 años en precarias condiciones.
Posteriormente pasó otros 10 años en otras dos prisiones diferentes, sumando una pena total de 27 años, después de su liberación el 11 de febrero de 1990,
Mandela lideró a su partido en las negociaciones para conseguir un sistema democrático multirracial en Sudáfrica, lo que consiguió en 1994 con las primeras elecciones democráticas por sufragio universal.
Sus empeños democráticos le valieron que ganara el Premio Nobel de la Paz en 1993, junto con el entonces presidente Frederick de Klerk.
Además de ese prestigioso galardón, Mandela recibió más de 250 premios y reconocimientos internacionales durante cuatro décadas.
El día de los funerales
El mismo 5 de diciembre, que con tristeza y ánimos decaídos, el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma anunció “en cadena nacional” que Nelson Rolihlahla Mandela perdió su lucha contra la enfermedad que le aquejaba y que lo mantuvo durante meses prácticamente en su residencia en la ciudad de Johannesburgo.
“Compatriotas sudafricanos, nuestro querido Nelson Rolihlahla Mandela, el presidente fundador de nuestra nación democrática, ha muerto”, explicó.
En plena noche, le dijo a “Madiba” en nombre de sus gobernados expresó la gratitud por una vida dedicada al servicio , al pueblo de su país y a la causa de la humanidad, por lo que expresó a su familia el dolor que la nación sudafricana siente al perder a su líder.
“Siempre te amaremos Madiba, tu alma descanse en paz”, dijo con lagrimas en los ojos.
En tanto, adelantó que todas las banderas de Sudáfrica ondearán a media asta durante los funerales de Estado que le realizarán al hombre que a pesar de purgar una condena de odio que lo mantuvo en la cárcel durante 27 años.
“Mandela nos unió y juntos vamos a despedirlo, nuestro amado Madiba un funeral de Estado como se lo merece”, externo.
Cabe recordar que los problemas respiratorios de Nelson Mandela comenzaron desde hace años, pero el ocho de junio pasado fue trasladado al hospital de pretoria por una recaída en su enfermedad, para que después los médico recomendaran a los familiares de Madiba que “lo dejaran morir en su casa”, misma que fue convertida en un centro de terapia intensiva.
Mientras tanto, la población sudafricana comenzó a arribar a la casa de su “líder moral” para intentar dejarle en la puerta de su casa ramos de flores, cartas, palabras de amor y su despedida.
Por otra parte, líderes de la humanidad expresaron por distintos medios sus condolecías por la pérdida de uno de uno de los grandes líderes de la humanidad, quienes lo calificaron en muchos de los casos como único.