Fuentes de seguridad egipcias indicaron que el autobús, en el que viajaban 50 turistas, 32 de ellos surcoreanos, regresaban de una visita al monasterio ortodoxo de Santa Catalina, en el centro del Sinaí, y se dirigían al balneario israelí de Eilat, cuando ocurrió la explosión.
El portavoz del Ministerio egipcio de Salud, Ahmed Kamel, confirmó que tres turistas de Corea del Sur y el conductor egipcio murieron, mientras que al menos 13 turistas resultaron heridos a consecuencia de la detonación, según un reporte de la televisión Al Yazira.
La explosión se registró cuando el autobús se disponía a realizar una parada en un hotel, sin que por ahora se tenga claro si fue por un coche bomba o un artefacto explosivo colocado en la carretera, aunque las investigaciones continúan.
La explosión se registró a sólo a 250 metros de la frontera Israel, por lo que se presume que pudo haber sido causada por uno de los proyectiles que de manera cotidiana son disparados contra la ciudad israelí de Eilat.
Las víctimas fueron trasladadas a varios hospitales egipcios cercanos, mientras las autoridades de Israel han enviado equipos médicos a la frontera para brindar su apoyo.
Taba, un centro turístico del Mar Rojo muy popular entre los turistas extranjeros, ha sido escenario de ataques, el más grave en 2004, cuando el hotel Hilton fue bombardeado, dejando un saldo de 34 muertos, en su mayoría egipcios e israelíes.
La región del Sinaí se ha visto sacudido por varios ataques desde el golpe militar contra el presidente islamista Mohamed Morsi el 3 de julio pasado, atribuidos a Ansar Al Makdis, el principal grupo islamista vinculado con la red de Al Qaeda.