para ir al baño. Tras aterrizar, dejó la cabina a través de la ventana del copiloto, sin dañar a los pasajeros o la tripulación, dijo en rueda de prensa el portavoz policial Pierre Grangean.
“Justo después de aterrizar, el copiloto salió de la cabina y corrió hacia la policía. Entonces dijo: 'Soy el secuestrador'. Dijo que no estaba seguro en su país y que quería asilo”, indicó Grangean.
Conforme los pasajeros salían del avión, que estaba estacionado cerca del final de la pista, fueron registrados por la policía mientras ponían las manos en la cabeza, dijo un testigo de Reuters.
Etiopía, el segundo país más poblado del África subsahariana, está entre las economías de mayor crecimiento del continente. La oposición y defensores de los derechos humanos acusan al gobierno de sofocar la disidencia y torturar a detenidos políticos.
Pero es raro que funcionarios gubernamentales y empleados –Ethiopian Airlines es de propiedad estatal– pidan asilo. El último funcionario que lo hizo huyó a Estados Unidos en 2009.
El vuelo ET702 partió de la capital etíope, Adis Abeba, el domingo por la noche y tenía como destino Roma. El avión fue secuestrado cuando sobrevolaba el norte de Italia. Aterrizó en Ginebra hora y media después.
Dijo que el copiloto, un etíope nacido en 1983, cerró la puerta de la cabina cuando el piloto salió al baño. Luego pidió cargar combustible en Ginebra, aterrizó y utilizó una cuerda de salida de emergencia para bajar de la cabina y se entregó.
Robert Deillon, presidente ejecutivo del aeropuerto de Ginebra, dijo que los controladores aéreos supieron que el avión había sido secuestrado cuando el copiloto introdujo un código de emergencia en el transmisor del aparato.
“Hay un (...) código para secuestro. Así que este copiloto puso el código de 'Acabo de secuestrar el avión'”, dijo.
Ethiopian Airlines dijo en un breve comunicado que el avión, un Boeing, había sido “obligado a proceder” a Ginebra.
La televisión estatal etíope dijo que había 193 pasajeros a bordo del avión, entre ellos 140 italianos.