El lanzamiento tuvo lugar en esta base de lanzamiento situada en la isla homónima de la prefectura de Kagoshima (suroeste de Japón) a las 3.37 hora local (18.37 GMT del jueves).
El satélite, desarrollado conjuntamente por JAXA y por la agencia espacial estadounidense (NASA), se desacopló satisfactoriamente del módulo 16 minutos después del despegue, según el comunicado de la agencia nipona.
El satélite de Medición Global de Precipitaciones (GPM por sus siglas en inglés) tiene como objetivo predecir condiciones meteorológicas anormales, desde diluvios a sequías, en todo el planeta.
Al combinar el GPM, que sirve de núcleo operativo, con otros satélites auxiliares, el proyecto pretende monitorizar la tierra cada tres horas, en lo que supone la creación de la primera red internacional coordinada de satélites meteorológicos.
De este modo, se espera que el sistema, que también es capaz de detectar precipitaciones débiles o nieve, mejore en todo el mundo la predicción del tiempo.
En comparación con programas como TRMM, otro proyecto conjunto de JAXA y la NASA en activo que sirve para prever el volumen de precipitaciones en los trópicos, el GPM “expande el área de cobertura desde el Círculo Polar Ártico hasta el Antártico”, afirmó el comunicado publicado hoy.
El GPM, de 6,5 metros de alto y 4 toneladas de peso, está programado para orbitar a una altura de 400 kilómetros.
Para el desarrollo y los costes de lanzamiento, la NASA ha contribuido con 93.000 billones de yenes (687 millones de euros), mientras que JAXA ha provisto 25.600 millones (183 millones de euros).