mortal identificada hasta ahora se llamaba Griselda Camacho.
"La tragedia se originó por una explosión de gas", había indicado el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en una conferencia de prensa desde el lugar de los hechos tras el siniestro en la que anunció al menos dos muertos y varias personas desaparecidas.
La explosión tuvo lugar en el corazón del Barrio Latino de Harlem, apenas quince minutos después de que un vecino de un edificio cercano llamara a la empresa ConEdison para alertar sobre un fuerte olor a gas en la zona.
En los dos edificios derrumbados vivían quince familias y las autoridades seguían hasta el cierre de esta edición sin tener noticias de al menos una docena de personas, según fuentes policiales citadas en la web del diario New York Post. Dos de los fallecidos son dos mujeres y de las 22 personas heridas, dos están en estado crítico y cinco en estado grave, según los bomberos.
De Blasio dijo que las autoridades buscarán entre los escombros a posibles víctimas una vez que se extinga totalmente el incendio que se produjo a raíz de la explosión. Por su parte, el jefe de los bomberos, Salvatore Cassano, indicó que la prioridad es controlar el fuego antes de continuar con la búsqueda de posibles víctimas.
Aseguró que si las primeras dotaciones hubiesen llegado a la zona "cinco minutos antes", entonces "ahora quizá tendríamos que hablar de víctimas mortales" entre los bomberos.
"Estaba en la sala cuando sentí una fuerte explosión y entonces se rompieron los cristales y los marcos de las ventanas. En seguida fui a la habitación y había pasado lo mismo", según relató a Efe una mujer dominicana que vive en un edificio contiguo a los siniestrados.
La mujer explicó que poco después fueron desalojados y expresó su preocupación porque todavía no sabe dónde pasarán la noche, porque no saben cuándo podrán volver a sus hogares.
La Cruz Roja ha habilitado un centro de acogida en una escuela para los afectados. La explosión tuvo lugar frente a la vía del tren de cercanías Metro North, donde cayeron algunos escombros, lo que obligó a las autoridades a suspender hasta nuevo aviso el servicio de trenes que conecta Manhattan con los suburbios del norte de la ciudad.
El senador estatal Adriano Espaillat, de origen dominicano, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y mostró su preocupación porque uno de los dos edificios afectados tenía decenas de denuncias por irregularidades, desde posibles fallos estructurales hasta violaciones de la normativa de seguridad.
Por su parte, el concejal Ydanis Rodríguez, también dominicano y presidente del Comité de Transportes, dijo que esta explosión confirma la "acuciante necesidad" de mejorar las infraestructuras de la ciudad, para lo cual hacen falta unos 47.000 millones de dólares, según un reciente informe del Center for an Urban Future.