“No podemos confirmar todavía que sean restos del avión”, precisó el ministro de Defensa e interino de Transporte de Malasia, Hishamudin Husein, en una rueda de prensa, cuando se cumplen casi 20 días desde la desaparición del Boeing 777.
Los objetos, de entre uno y 23 metros, fotografiados por un satélite francés se encuentran a unos 2.557 kilómetros al suroeste de la ciudad australiana de Perth.
Hishamudin indicó que “la aparición de estos posibles restos reducen aún más la zona de búsqueda”, en la que participan seis países liderados por Australia.
“Precisamos reducir el área de búsqueda, identificar esos objetos y desplegar todos los efectivos con equipos y especialistas técnicos a bordo para su localización”, precisó el titular de Defensa malasio, quien reiteró que no pararán hasta encontrar los restos del avión.
En el área de búsqueda en el Índico, operan siete aviones militares y otros cinco civiles, además del buque australiano HMS Success y el rompehielos chino Xue Long (Dragón de nieve).
Hishamudin señaló que tienen cuatro pistas que verificar en el Índico, esta última de los 122 objetos y otras anteriores proporcionadas por imágenes de satélite de Australia, China y Francia.
Además, confirmó que el primer ministro de Malasia, Najib Razak, se reunió con viceministro de Asuntos Exteriores chino, Zhang Yesui, con el que acordó intensificar las operaciones y desplegar tantos aviones y barcos como sean necesarios.
Hishamudin indicó que en el grupo de trabajo internacional colaboran diversas agencias y empresas, incluidos el satélite Inmarsat, Rolls Royce y Boeing, con el fin de mejorar el análisis de los datos que faciliten la ubicación del MH370.
La Autoridad Australiana de Seguridad Marítima (AMSA) encabeza a los equipos de búsqueda de Nueva Zelanda, Estados Unidos, Japón, China y Corea del Sur en el sur del Pacífico.
Las operación internacional se desarrolla en una zona de casi medio millón de millas náuticas cuadradas en un lugar del océano a unos 2.500 kilómetros de la ciudad de Perth.
Desde que el primer ministro de Malasia, Najib Razak, confirmara el 24 de marzo que el vuelo Mh370 había caído en algún remoto lugar del Océano Índico, la búsqueda se centra en la recuperación de los restos del avión y la caja negra en esa zona para avanzar en la investigación sobre lo que realmente pasó.
La víspera, las autoridades informaron que un análisis innovador por parte de Inmarsat y de la Agencia de Investigaciones de Accidentes Aéreos del Reino Unido (AAIB, en sus siglas en inglés) situaba al avión desaparecido en mitad del Índico.
El análisis de Inmarsat y de la AAIB está basado en cálculos matemáticos y en el conocido como efecto Doppler.
El vuelo MH370 de Malaysia Airlines despegó de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo rumbo a Pekín en la madrugada del 8 de marzo y desapareció de los radares civiles de Malasia unos 40 minutos después de despegar.
El examen de los datos de radar y satélite ha llevado a los investigadores a concluir que el aparato dio la vuelta y acabó en el sur del océano Índico, en un lugar lejano de tierra y que no hay esperanzas de encontrar supervivientes.
A bordo viajaban 153 chinos, 50 malasios (12 forman la tripulación), siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes que embarcaron con pasaportes robados a un italiano y un austríaco.