Hasta el lunes, el precio era de 268,5 dólares por cada mil metros cúbicos, pero el gigante gasista Gazprom elevó la tarifa a 385,5 dólares tras alegar impagos de la parte ucraniana. Este jueves, ha anunciado una nueva subida, hasta 485 dólares.
Ucrania cubre el 50 por ciento de sus necesidades de gas gracias a los suministros que le llegan de Rusia, pero ha visto cómo la caída del presidente Viktor Yanukovich ha supuesto el fin de los acuerdos firmados entre Moscú y Kiev y que contemplaban rebajas de precio.
Yatseniuk ha atribuido a razones "políticas" los cambios en la tarifa. "Esperamos que Rusia vaya más allá en términos de presión en lo referente al gas", ha dicho el primer ministro, en una entrevista a la agencia Reuters en la que incluso ha contemplado "límites" en el flujo.
Según datos del Ministerio de Energía ucraniano, el país cuenta con reservas de 7.200 millones de metros cúbicos. Esta cantidad no sería suficiente para garantizar el suministro a Europa durante el invierno, ya que para ello harían falta entre 12.000 y 14.000 millones de metros cúbicos.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha reprochado este jueves a Moscú la "coacción" hacia Kiev. "Creemos que son los mercados los que deberían determinar el precio de la energía", ha advertido en rueda de prensa.
Desde Gazprom, en cambio, su máximo responsable, Alexei Miller, ha negado que las subidas de los últimos días tengan un trasfondo político. En este sentido, ha explicado al primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, que la introducción de una nueva tasa ha supuesto un repunte "automático" de los precios en abril.