El estado de Texas prepara para hoy la ejecución del mexicano Ramiro Hernández, en medio a urgentes pedidos de suspensión de la sentencia por sospechas de irregularidades y posible "discapacidad mental".
Hernández, de 45 años, fue condenado a muerte en 2000 por un asesinato y una violación, y de acuerdo con el sitio web del Departamento de Justicia Criminal de Texas su ejecución está prevista para el miércoles mediante la aplicación de una inyección letal.
Este martes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió la suspensión de la ejecución mientras se investigan denuncias de presunta violación a sus derechos consulares al momento de su arresto.
En una nota oficial, la CIDH recordó que el 31 de marzo emitió medidas cautelares en beneficio de Hernández, para que se suspenda su ejecución mientras se analiza el impacto de la violación de derechos consagrados en la Declaración Americana.
De acuerdo con la CIDH, órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), el hecho de que un país miembro del ente regional desconozca un pedido para preservar la vida de una persona en tanto se examina la petición que haya presentado contraviene gravemente las obligaciones internacionales de ese Estado.
"En los hechos, esto priva a las personas condenadas en Estados Unidos de su derecho de petición ante el sistema interamericano de derechos humanos antes de la ejecución de la pena de muerte", afirmó la entidad.
Por su parte Amnistía Internacional pidió al estado de Texas que detenga la ejecución, al subrayar que Hernández sufre "discapacidad mental" y fue condenado en un proceso lleno de irregularidades.
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