El Consejo de las Federaciones (cámara alta) concedió el 1 de marzo a Putin permiso para llevar a cabo una intervención militar en el país vecino, durante el punto álgido de la crisis de Crimea, pero el presidente pidió el martes que se revocase esa autorización.
En el Consejo de las Federaciones votaron hoy a favor de la revocación 153 diputados, con un sólo voto en contra. Con este paso se quiere reducir la escalada de la situación en Ucrania. El vicepresidente de la cámara alta, Ilias Umajanov, dejó claro que con esta decisión el parlamento no corrige un error. "Es una señal positiva hacia nuestros socios occidentales", afirmó.
Según el diputado Viktor Oserov, la revocación no es una decisión "eterna". Si la situación en Ucrania vuelve a tensarse y Putin solicita de nuevo una autorización, el parlamento volverá a actuar, aseguró.
El ministro de Exteriores ucraniano, Pavlo Klimkin, saludó hoy el paso dado por Moscú, que calificó de "positivo", aunque reclamó más medidas por parte del Kremin.
"Es crucial tomar varias medidas urgentes para aumentar la confianza", dijo Klimkin tras reunirse en Bruselas con los ministros de Exteriores de la OTAN. "Ahora estamos ante un paso positivo, pero necesitamos otros pasos positivos", afirmó.
Los separatistas prorrusos del este de Ucrania lamentaron sin embargo la decisión de la Cámara de las Federaciones. "Rusia no debería cejar en la presión a la cúpula de Kiev y enviar soldados de paz a Donetsk y Lugansk", pidió el líder separatistas Pavel Gubarev.
La presidenta de la cámara alta, Valentiina Matvijenko, rechazó la petición, argumentando que se trata de una "crisis política interna".
Por su parte, la OTAN mantuvo hoy la presión sobre Rusia al reclamarle que trabaje de forma activa para lograr una solución pacífica al conflicto