El oleoducto, que transporta alrededor de 180 mil barriles de petróleo por día desde los campos de la provincia oriental de Marib, ha sido blanco de varios ataques en el pasado, el último fue en mayo.
Este ataque tuvo lugar en el distrito Habab en Marib, en el este de Yemen, donde operan tribus armadas en una amplía zona desértica que buscan una mayor participación de los ingresos petróleros del país, reportó la cadena qatarí de noticias Al Yazera.
El oleoducto une en 320 kilómetros los pozos de Safer, al este de Marib, con la terminal de Ras Issa en el mar Rojo.
El sabotaje obligó a los ingenieros a cerrar el oleoducto en la terminal de Ras Issa, al norte de la ciudad portuaria de Hodeida.
Aunque Yemen es un pequeño productor del hidrocarburo, su economía depende de las exportaciones de petróleo y gas casi en un 90 por ciento.
Oleoductos y gasoductos de Yemen en repetidas ocasiones han sido saboteados por los rebeldes o miembros de las diferentes tribus en pugna desde 2011, provocando la escasez de combustible y el recorte de los ingresos por las exportación del energético.
Yemen está luchando para restaurar la autoridad del Estado después de que Ali Abdullah Saleh se vio obligado a dimitir de la presidencia en 2011 ante la presencia de grupos como la red extremista Al Qaeda en el sur y la luchas tribales en todo el territorio.