Los ministros de Exteriores de las potencias occidentales se reúnen con el jefe de la diplomacia iraní, Mohammad Javad Zarif, cuando se acerca la expiración, el 20 de julio, del acuerdo provisional de seis meses entre las partes. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, advirtió que todavía hay pendientes "etapas significativas" antes de un acuerdo definitivo.
Netanyahu advirtió que "un mal acuerdo es peor que ningún acuerdo", refiriéndose a la posibilidad de que Irán mantenga su capacidad de enriquecer uranio a cambio de aceptar un control por parte de inspectores internacionales.
"Espero realmente que algo así no suceda. Sería algo catastrófico porque Oriente Medio está en un momento de crisis, todo está al revés, los peores militantes, chiitas y sunitas radicales están compitiendo pata ver quién será el rey de los islamistas", añadió el primer ministro israelí. "Si las armas nucleares llegan a manos de alguno de esos bandos, perdemos todos", sentenció.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, aseguró que su país "se comprometería a todo y cualquier cosa que sea susceptible de proporcionar garantías creíbles a la comunidad internacional sobre el hecho de que Irán no aspira al armamento nuclear".