A pesar de los crecientes llamados a un cese del fuego tras dos semanas de combates, la violencia aumentó.
Aviones y tanques israelíes continuaron atacando la Franja de Gaza, provocando la muerte de 28 miembros de una sola familia cerca de la frontera sur del enclave con Egipto, dijeron médicos. Otros cuatro fallecieron por el bombardeo a un hospital, agregaron.
Las pérdidas israelíes también aumentaron, tras la muerte el domingo de 13 de soldados. Siete efectivos fallecieron el lunes en choques con militantes de Hamas, incluyendo cuatro tras el ataque de militantes que cruzaron la frontera por túneles desde Gaza y que dispararon a un Jeep, dijo el Ejército.
Israel respondió matando a 10 militantes de Hamas que se infiltraron.
Un día después de que fuera captado por un micrófono abierto diciendo que la ofensiva israelí era "una operación de mil demonios", el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, viajó a El Cairo para intentar asegurar el fin de las hostilidades.
En Washington, el presidente Barack Obama dijo que estaba cada vez más preocupado por el conflicto.
"Tenemos preocupaciones serias sobre el creciente número de muertos civiles palestinos y la pérdida de vidas israelíes, y es por ello que ahora nuestro foco y el foco de la comunidad internacional debe estar en lograr un cese al fuego", dijo Obama a periodistas en la Casa Blanca.