De estos decesos, 95 tuvieron lugar en Liberia, donde la situación es más grave y se considera que es vital contener la propagación del virus si se quiere controlar este brote, que también afecta a Guinea Conakry, Sierra Leona y, en menor medida, a Nigeria.
Se considera que en estos dos países, que acumulan 576 y 374 muertes, respectivamente, la transmisión del peligroso virus es alta.
En Guinea Conakry, con 579 personas infectadas, de las que 396 han muerto, el ritmo de transmisión ha disminuido gracias al nivel de sensibilización que se ha logrado entre la opinión pública y a "soluciones" que la OMS considera "innovadoras". En Nigeria, la situación es estable con 15 casos y cuatro fallecidos.