La nueva encuesta fue publicada un día después del primer debate televisado en el que participaron los principales candidatos, en el que Silva, una mujer de apariencia frágil, lució segura y repitió su proclama contra la "vieja política" que, a su juicio, encarnan el PT y el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de Neves.
Rousseff optó por defender su gestión de gobierno, sobre todo en lo social, y dejó los ataques a Silva por parte de Neves, quien se centró más en sus criticas al deterioro sufrido por la economía en los últimos cuatro años.
La ecologista Marina Silva, candidata presidencial tras la muerte del socialista Eduardo Campos, ha sido confirmada por otro sondeo como favorita para desplazar del poder en Brasil a Dilma Rousseff y al Partido de los Trabajadores (PT).
Según una encuesta divulgada por la firma MDA, Silva ganará las elecciones en la segunda vuelta prevista para el 26 de octubre próximo con un 43,7 % frente a Rousseff, candidata a la reelección, que quedaría con un 37,8 %.
En la primera vuelta del 5 de octubre, Rousseff se impondría con un 34,2 %, seguida por Silva (28,2 %) y el socialdemócrata Aécio Neves (16 %).
El resultado es similar al arrojado por dos encuestas difundidas en los últimos diez días, tras la muerte en un accidente aéreo del hasta entonces candidato Campos y la designación de Silva como nueva abanderada del Partido Socialista Brasileño (PSB).
Hasta ese momento, todos los sondeos vaticinaban la reelección de Rousseff en segunda vuelta frente al socialdemócrata Neves, que ha sido relegado por Silva al tercer lugar.
La fuerza con que ha entrado Silva en los sondeos ha sorprendido a todos los analistas políticos y a los propios Rousseff y Neves, en cuyas campañas insisten en decir que el ahora llamado “efecto Marina” no pasa de ser una “nube pasajera”.
Sin embargo, muchos analistas comienzan a creer que Silva no es un fenómeno temporal y que sus posibilidades de despojar al PT del poder que mantiene desde que ganó con Luiz Inácio Lula da Silva en 2002 son más que reales.
La explicación se encuentra sobre todo en los índices de rechazo, que en el caso de Rousseff llegan casi al 35 % frente al escaso 10 % de Silva, quien además atesora el capital que logró en 2010, cuando quedó tercera en las presidenciales con casi un 20 % de los votos.
La nueva encuesta fue publicada un día después del primer debate televisado en el que participaron los principales candidatos, en el que Silva, una mujer de apariencia frágil, lució segura y repitió su proclama contra la “vieja política” que, a su juicio, encarnan el PT y el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de Neves.
“Tenemos que combatir la polarización entre el PT y el PSDB”, que tras veinte años de alternancia en el poder “ya dio lo que tenía que dar”, declaró Silva en el debate que, pese a ser el primero de los cuatro previstos, sólo alcanzó picos de audiencia de cinco puntos.
Rousseff optó por defender su gestión de Gobierno, sobre todo en lo social, y dejó los ataques a Silva por parte de Neves, quien se centró más en sus criticas al deterioro sufrido por la economía en los últimos cuatro años.