La comunidad de Santa Bárbara va a llevar a las urnas la Proposición P, que plantea la prohibición del ‘fracking’ en la zona.
Los grupos ambientalistas alegan que no pueden dejar a las compañías petroleras hacer lo que quieran y que estudios de distintas universidades advierten que los acuíferos podrían contaminarse con los químicos utilizados para la fracturación hidráulica.
La industria interesada en el ‘fracking’, sobre todo las petroleras, tienen otro argumento: Si la prohibición gana en Santa Bárbara, muchos puestos de trabajo se perderían, "supondría el cierre de muchas compañías de producción de petróleo en la zona y la pérdida de miles de empleos", le dice a “El País” de España, Dick Hart, supervisor de Orcur Hill para Pacific Coast Energy.
En noviembre se sabrá si en esa localidad de California la gente le dice no a la fracturación hidráulica, y después es posible que otras ciudades, como San Benito e incluso Los Ángeles, planteen propuestas similares y traten de prohibir dicha técnica.