"El Gobierno estadounidense sigue de cerca la situación en Hong Kong. Urgimos a las autoridades de Hong Kong a ejercer la contención y a los manifestantes a ejercer su derecho de forma pacífica", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su conferencia de prensa diaria. Earnest condenó que el Gobierno de China haya "tratado de suprimir las informaciones de prensa" sobre las protestas en algunos casos y aseguró que Washington no dudará a la hora de expresar su posición a Pekín, pese a que el Ejecutivo chino advirtió ayer contra posibles injerencias extranjeras en las protestas de Hong Kong.
"Estados Unidos apoya las libertades fundamentales reconocidas internacionalmente, entre ellas, la libertad de asamblea pacífica y la libertad de expresión", señaló el portavoz.
Las protestas prodemocráticas del movimiento "Occupy Central" se extendieron ayer en Hong Kong, con grupos cada vez más numerosas en varios puntos de la ciudad, mientras la policía adoptaba una actitud pasiva, sin intentar disolver las concentraciones.
"Occupy Central" es un movimiento de desobediencia civil nacido en enero de 2013. Su objetivo es paralizar la actividad en el distrito Central, el corazón financiero y comercial de la ciudad, si el gobierno local y el de Pekín no llegan a un acuerdo para la instauración del sufragio universal sin restricciones en Hong Kong para los próximos comicios de 2017