Inicialmente fueron censadas unos mil 500 animales en la costa, pero en los últimos días se multiplicaron exponencialmente. “Nuestra estimación más aproximada es 24 veces mayor”, admitió Megan Ferguson, del servicio aéreo de control de los mamíferos marinos de la zona.
Las morsas, que pueden medir tres metros de largo y pesar 1.225 kilos, son expertas buceadoras y con frecuencia se sumergen cientos de metros hasta el fondo de la plataforma continental para buscar alimento. Sin embargo, usan el hielo marino como plataforma para dar a luz, amamantar a sus crías y eludir a los depredadores y, cuando es escaso o inexistente, acaban refugiándose en tierra firme.