Al menos 30 combatientes kurdos sirios murieron hoy durante dos atentados suicidas cometidos por yihadistas del Estado Islámico (EI) contra igual número de puestos de control a la entrada de la ciudad de Al Hasaka, en el noreste de Siria.
Ambos ataques suicidas, que se produjeron con escasos minutos de diferencia, tuvieron como objetivo puestos de control dirigidos por combatientes kurdos en la entrada occidental de la ciudad de Al Hasaka, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Las víctimas mortales son miembros de las Unidades de Protección del Pueblo y de las fuerzas de seguridad kurdo-sirias, denominadas Asayish, que se encontraban en el acceso occidental de Al Hasaka, donde estallaron dos camiones bomba.
Un tercer estallido habría ocurrido en un puesto de control de las Asayish en esa zona de la periferia de Al Hasaka, sin embargo hasta ahora no ha sido confirmado por las autoridades sirias ni por el OSDH, que cuenta con una amplia red de activistas en el terreno.
Desde hace más de tres semanas, los kurdos sirios libran cruentos combates con los extremistas del EI, que intentan tomar la vecina ciudad de Kobane, en el norte de Siria y fronteriza con Turquía.
Poco antes, el EI izó dos banderas en la zona oriental de la ciudad kurda de Kobane, una en un edificio y la otra en una colina, como parte de su avance hacia el corazón de la ciudad.
La provincia de Hasaka, fronteriza con Irak y Turquía, tiene una población de más de un millón de habitantes, de los cuales el 70 por ciento es kurda y el 30 por ciento árabe.