ferroviaria, al punto de que la situación en Tokio no era del todo normal.
Reducido en el interín a depresión extratropical, el tifón generó la cancelación de 600 vuelos, e incluso 104 trenes de alta velocidad de la línea Tokaido Shinkansen que afectaron a135 mil pasajeros.
En general, el servicio ferroviario, incluyendo los trenes suburbanos, sufrieron demoras en las grandes ciudades de la costa oriental de la isla de Honshu.
En Kanto, en la enorme área metropolitana en torno a la capital Tokio, hubo más de 200 milímetros de lluvia en las últimas 24 horas, se informó oficialmente, con ráfagas de viento de hasta 21,8 metros/segundo registradas en el aeropuerto de Haneda.
En cuanto a las víctimas, un hombre de la prefectura de Yamanashi fue arrollado por un río, mientras otra persona murió por una avalancha en Yokohama. Un estudiante fue arrastrado por las olas del océano en Yokosuka y el domingo ocurrió lo propio con tres militares estadounidenses en Okinawa. La policía confirmó la muerte de uno de ellos.
Más de tres millones de personas, en nueve provincias, fueron invitadas a dejar sus viviendas preventivamente.
La prefectura de Shizuoka, la primera que fue alcanzada por el tifón, tuvo una lluvia récord de 87 mm/ora, mientras en la ciudad de Shizuoka se midieron 400 mm en 24 horas.