Los suministros fueron provistos por el gobierno semiautónomo del Kurdiztán en el norte de Irak con el propósito de fortalecer la resistencia de las fuerzas kurdas que han defendido este estratégico enclave, indicó el Comando Central Militar de Estados Unidos (Centcom) en un comunicado.
La entrega de armas marcó un escalamiento en los esfuerzos de Estados Unidos y sus aliados para detener el avance de las fuerzas del EI que controlan amplias porciones de Siria e Irak, sin que la campaña hasta ahora haya logrado progresos significativos.
Estados Unidos inició en agosto pasado una campaña de ataques aéreos contra el EI en Irak que posteriormente se extendió a Siria y que hasta la fecha ha resultado en 135 vuelos para atacar posiciones del grupo o bien transportar suministros humanitarios.
Aunque estos ataques han resultado en la destrucción de armamento pesado y la muerte de cientos de militantes del EI, el Centcom reconoció que la amenaza del grupo sobre Kobane no se ha visto mermada.
“La situación de seguridad en Kobane se mantiene frágil mientras que el EI continúa amenazando a la ciudad y las fuerzas kurdas continúan resistiendo, y como el Comando Central lo ha indicado, la ciudad podría sucumbir”, indicó.