Ambos avances fueron presentados este martes en una conferencia de actualización sobre tratamientos para luchar contra el virus, que ha causado la muerte de más de cuatro mil 500 personas, la mayoría de ellas (un estimado de 70 por ciento) en África occidental.
El nuevo sistema de detección fue desarrollado por especialistas de la Comisión de Energía Atómica de Francia es pionero en su tipo y el primero en el mundo para un diagnóstico rápido de la enfermedad.
El método, que tiene el mismo formato que una prueba de embarazo, utiliza una sola gota de sangre u orina para dar una respuesta “en menos de 15 minutos” en cualquier persona con o sin síntomas de la fiebre hemorrágica.
En Liberia, Sierra Leona y Guinea, los países más afectados por el brote epidémico, los médicos necesitan una prueba de diagnóstico fácil de utilizar para identificar rápidamente a las personas infectadas con el virus del Ébola.
Sin embargo, las pruebas existentes se basan en una detección de virus genética, que consume tiempo y -especialmente- que es difícil de usar en equipos de esos países, así que el sistema francés tiene particular importancia.
Investigadores japoneses anunciaron el mes pasado un método para detectar el virus en 30 minutos, mientras que científicos estadunidenses trabajan en una nueva prueba que se prevé tome 10 minutos para dar un diagnóstico.
Los expertos franceses presentaron además un antiviral para tratar el ébola con el que detendrán la multiplicación del virus en los pacientes y aunque afirmaron que el medicamento es capaz de frenarla, “es probable que un tratamiento no sea suficiente para combatirlo”.
Hasta ahora ningún fármaco está disponible en África para curar el ébola, y sólo se utilizan tratamientos para reducir los síntomas, por lo que de manera paralela varios equipos del mundo están probando otros antivirales.
Tanto la innovadora prueba como el nuevo antiviral comenzarán a aplicarse en noviembre próximo en Guinea, donde se confirmaron los primeros casos de la enfermedad en la primavera pasada, de acuerdo con reportes de la radio emisora France Info.
En el caso del medicamento se aplicará a 60 pacientes en dos centros de tratamiento abiertos a nivel local por la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), a quienes se suministrarán 10 comprimidos.