oficialmente el fin de la misión de su Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF).
La víspera, en una discreta ceremonia en Kabul, la capital afgana, la alianza atlántica terminó la misión contra el terrorismo que inició en el país hace 13 años, después de los atentados del 11 de septiembre de 2011 en Estados Unidos.
En una declaración, el vocero del Talibán, Zabihullah Mujahid, afirmó que la ceremonia de la OTAN fue “una clara indicación de su derrota y decepción”, puntualizando que Estados Unidos y sus aliados invasores “han tenido una clara derrota en esta guerra desigual”.
Sostuvo que el Talibán establecería “un sistema islámico puro expulsando a las fuerzas invasoras restantes” y añadió que las tropas occidentales están “desmoralizadas”.
Aunque la OTAN terminó su misión en Afganistán, en la que participaron más de 130 mil soldados de 50 países, alrededor de 13 mil tropas permanecerán en el país para entrenar y apoyar al Ejército nacional a partir del 1 de enero de 2015.
Adicionalmente, Estados Unidos mantendrá cientos de soldados en Afganistán para continuar con operaciones antiterroristas.
Aunque la coalición internacional asegura que las fuerzas de seguridad afganas ya son capaces de enfrentar a los talibanes, la violencia se ha incrementado en los últimos meses.
Este lunes, cuatro soldados afganos perdieron la vida y otros tres resultaron heridos en un ataque perpetrado por los talibanes contra un puesto de control en el distrito de Sangin, en la provincia de Helmand.