La supuesta operación política, aseguró, fue orquestada por “grupos del poder Judicial, grupos mediáticos concentrados, grupos económicos e incluso ex agentes de inteligencia desplazados” de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) el organismo oficial de espionaje de este país.
“Se trata de una decisión disparatada, absurda, ilógica, irracional, ridícula y violatoria de artículos esenciales de la Constitución Nacional”, advirtió el funcionario al referirse a una causa “sin ningún asidero ni razonabilidad”.
Alberto Nisman, fiscal de la causa que investiga el ataque a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que dejó 85 muertos, revolucionó la víspera la agenda política al presentar un documento en el que acusa a la presidenta de negociar la impunidad de este crimen.
El fiscal también pidió la indagatoria de Fernández de Kirchner e incluyó en la acusación de “confabulación criminal” al canciller Héctor Timerman, al diputado Andrés Larroque y a los dirigentes sociales Luis D'Elía y Fernando Esteche.
Según el fiscal, la supuesta maniobra comenzó a fraguarse en 2011 con negociaciones secretas en las que Argentina ofreció la impunidad de los acusados iraníes a cambio de reanudar las relaciones comerciales, ya que necesita el petróleo del país islámico.
La culminación del plan, añadió, fue el Memorando de Entendimiento que Argentina e Irán firmaron en 2013 y a través del cual la república islámica se comprometió a permitir que los imputados fueran interrogados en Teherán, cosa que finalmente incumplió.
Capitanich afirmó que la presidenta ha sido “una férrea defensora” del esclarecimiento de la causa AMIA , y por eso promovió la firma del acuerdo, ya que era la única manera de reactivar una causa que está paralizada y sin culpables.
“Advertimos claramente una actitud desde algunos miembros del poder Judicial, una estrategia corporativa con grupos mediáticos concentrados y grupos económicos, con el objeto de hostigar y pretender desestabilizar en una clara actitud golpista”, acusó.
Nisman, por su parte, comenzó un recorrido por los medios opositores para explicar los fundamentos de su denuncia, la cual, dijo, basó en escuchas telefónicas en las que no aparece directamente la presidenta, aunque sí se le involucra como “jefa” del supuesto plan de impunidad.