El gobierno de Canadá introdujo una nueva ley antiterrorista que prometió tras el ataque de un sujeto armado al Parlamento el pasado mes de agosto.
La medida da a los Servicios de Inteligencia poderes para desmontar amenazas terroristas, incluida la habilidad para cancelar reservaciones de vuelos de canadienses sospechosos de querer irse del país para unirse a grupos yihadistas.
También hay nuevos poderes para la detención de sospechosos así como para la eliminación o bloqueo de material en internet.
El comisionado encargado de la privacidad en el país indicó que ya está preocupado sobre la magnitud y extensión de tales poderes, pero el gobierno de mayoría espera que la ley sea aprobada.
Los partidos de oposición dijeron que estudiarán el proyecto de ley antes de decidir si le dan su apoyo.