Nisman acusó a Kirchner, el canciller Héctor Timerman y otros allegados al gobierno de ejecutar un plan para encubrir a sospechosos iraníes de haber participado en un atentado antisemita en Buenos Aires en 1994, el más importante en la historia de este país que dejó 85 muertos y 300 heridos.
La denuncia de Nisman, tuvo una alta repercusión cuando la presentó el 14 de enero y terminó por impactar al gobierno y a Argentina luego que el fiscal muriera cuatro días después por un aparente suicidio que se investiga como una "muerta dudosa".
El juez Ariel Lijo, a cargo de un juicio por encubrimiento por el atentado contra la mutual judía AMIA, recibió temporalmente el caso tras la muerte de Nisman por un disparo en la cabeza, pocas horas antes de explicar en el Congreso su denuncia.
Pero el lunes Lijo consideró que esta denuncia no podía sumarse a la causa que está a su cargo por encubrimiento, en los que están procesados el exjuez de la causa Juan José Galeano y el expresidente Carlos Menem (1989-1999), entre otros.