del antiguo líder autocrático yemení.
Los cierres de embajadas se producían mientras los rebeldes hutíes, armados con rifles de asalto Kalashnikov y vestidos con uniforme de policía y ropas civiles, patrullaban los principales bulevares de la capital, algunos sobre camionetas con armas antiaéreas.
En la ciudad se registraron protestas dispersas, en las que los manifestantes reprochaban a los hutíes la toma de poder y la disolución del parlamento. Las tiendas cerraron pronto y había helicópteros sobrevolando la ciudad.
Varios hutíes atacaron una manifestación, apuñalando y golpeando a los inconformes que trataban de llegar a la oficina local de Naciones Unidas, dijeron los testigos. Además, los rebeldes detuvieron a una serie de personas, añadieron.