pacto final con la república islámica.
En la Casa Blanca, Obama también sostuvo que la tensión actual con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu respecto a su planeado discurso en el Congreso, en el que mostrará su oposición a un acuerdo con Irán, es una distracción que no dañará de forma permanente las relaciones entre los países.
Pero el mandatario destacó que hay un "desacuerdo sustancial" entre su Gobierno e Israel respecto a cómo alcanzar su visión compartida de impedir que Irán acceda a armamento nuclear.
Obama sostuvo que Irán debe comprometerse a un congelamiento verificable de su actividad nuclear por al menos 10 años como parte de un acuerdo final.
"Si conseguimos eso y una forma de verificarlo, no hay otros pasos que podamos tomar que nos den seguridad de que no tienen armas nucleares", destacó.
Israel teme que la diplomacia de Obama sobre Irán le permitirá a la república islámica desarrollar una bomba atómica. Teherán niega que ese sea su intención.
Netanyahu ha criticado con dureza el posible acuerdo, diciendo que los negociadores parecen haber renunciado a la posibilidad de impedir que Irán fabrique armas nucleares.