Abubakar Shekau, jefe de Boko Haram, formalizó por primera vez el juramento de lealtad a través de una grabación de audio difundida en la cuenta de Twitter del grupo islamista y prometió "hacer rabiar a los enemigos de Alá".
Esta declaración "podría impulsar a los occidentales a movilizarse contra las operaciones" de Boko Haramí, en particular a Francia, que ya dirige una campaña militar antiterrorista en África del oeste y en África central", considera Ryan Cummings, de la consultora de seguridad Red24.
Las fuerzas occidentales todavía no han intervenido sobre el terreno en el norte de Nigeria, donde la insurrección islamista ha dejado más de 13.000 muertos en los seis últimos años.
El presidente nigeriano Goodluck Jonathan, quien ya se refirió a Boko Haram como el "Al Qaida del África del oeste", declaró recientemente que disponía de pruebas de los vínculos entre Boko Haram y el EI, sin dar más precisiones.
Shekau proclamó en junio de 2014 un califato en las zonas bajo el control de su grupo, una declaración similar a la que había hecho Bagdadi poco antes, cuando el EI se estaba apoderando de zonas enteros de territorio.
Además, los videos de Boko Haram se parecen cada vez más a los de propaganda del EI, que aseguró haber recibido el juramento de lealtad.
"Ninguno de los dos grupos tiene ningún tipo de reparo en términos de violencia. Son aliados naturales", considera Max Abrahams, especialista en grupos extremistas de la Universidad de Boston, en Estados Unidos.
Para Yan St-Pierre, experto en lucha antiterrorista en la empresa berlinesa Modern Security Consulting, el juramento "podría ser una forma de lanzar un mensaje a sus tropas, para darles ánimos y atraer a nuevos reclutas, sobre todo en el caso de Boko Haram".
La declaración de Shekau, según él, está ligada a la presencia del EI en Libia, desde donde se sospecha que Boko Haram recibe armas y municiones desde hace mucho tiempo.
Boko Haram atraviesa dificultades en las últimas semanas a causa de una extensa operación militar regional del ejército nigeriano con ayuda de Chad, Camerún y Níger.