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“Nosotros sentimos que esto (la carta) fue un descarado, flagrante y partidista intento para interferir en las negociaciones”, dijo el vocero presidencial Eric Schultz, ya que los republicanos parecieron ignorar “que hay un presidente que conduce nuestra política exterior”.
En una misiva enviada a los líderes de Irán y dada a conocer el lunes pasado, un grupo de 47 senadores republicanos dejaron en claro que cualquier acuerdo alcanzado con la administración del presidente Barack Obama tendrá una vida corta si no es sancionado por el Congreso.
Los legisladores, quienes acusaron a los iraníes de ser ignorantes del sistema constitucional estadunidense, advirtieron que cualquier acuerdo que no sea aprobado por el Congreso será “un mero acuerdo ejecutivo”.
Schultz dijo que para la administración la misiva no sólo fue un acto irresponsable y engañoso, sino “un intento partidista para socavar la habilidad del presidente para negociar con un gobierno extranjero”.
El vocero hizo notar además el hecho de que contrario a la noción proyectada por la carta, las negociaciones que se conducen actualmente con Teherán se celebran bajo un marco multilateral y no bilateral.
“Nosotros estamos involucrados en una complicada, sensitiva negociación con Rusia, Reino Unido, Francia, Alemania, la Unión Europea y China”, dijo Schultz en alusión al grupo 5P+1.
La misiva avivó la confrontación entre la Casa Blanca y los republicanos en el Congreso, opuestos al acuerdo que Estados Unidos negocia con Irán, quienes no han escatimado recursos para buscar descarrilar estas negociaciones.