Obama y Castro se reúnen

estadounidense en el país caribeño.

Se trata del tercer encuentro entre ambos presidentes desde que se anunció el deshielo entre los dos países, después de sus encuentros en la Cumbre de las Américas en Panamá, en abril de 2015, y en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, en septiembre.

Pero esta reunión es la primera que se produce en suelo cubano y en la sede gubernamental de uno de los dos países protagonistas de un histórico deshielo tras más de medio siglo de enfrentamiento.

Según la agenda, Raúl Castro y Barack Obama se reunirán solos durante una hora y media y después se ampliará el encuentro a las delegaciones gubernamentales de Cuba y Estados Unidos.

Es previsible que en esa reunión bilateral ampliada participen, por parte de EE.UU., el secretario de Estado, John Kerry, la de Comercio, Penny Pritzker, y el de Agricultura, Tom Vilsack, y el encargado de negocios de EE.UU. en la isla, Jeffrey DeLaurentis.

Por la parte cubana, asistieron al recibimiento de Obama el primer vicepresidente de la isla, Miguel Díaz-Canel; el canciller Bruno Rodríguez; el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca; y la directora para América del Norte del Ministerio de Exteriores, Josefina Vidal, quien ha liderado en el último año las negociaciones para normalizar relaciones.

Al finalizar esos encuentros, está programado que los dos presidentes ofrezcan una declaración ante los medios de comunicación.

Obama regresará por la noche al Palacio de la Revolución, donde Raúl Castro le brindará una cena de Estado en su honor.

Respetuoso encuentro 

El presidente Barack Obama inició su visita de Estado a Cuba depositando una ofrenda floral en el monumento de José Martí, el héroe nacional cubano cuyas efigies son parte del paisaje urbano de La Habana.

Bajo un cielo gris y fuertes ventiscas, Obama llegó con su comitiva sin la compañía de su familia y recorrió las instalaciones del museo en lo que los cubanos han visto como una señal de respeto por la historia cubana.

Una banda militar tocó los himnos cubano y estadounidense frente al monumento a Martí, que Obama recorrió y en el que dejó su firma en el libro de visitantes distinguidos.

Luego caminó desde el monumento hacia el Palacio de la Revolución donde fue recibido en un salón por Castro, quien le estrechó la mano antes de enfilarse hacia el paso de revista de tropas y a saludar a sus respectivas delegaciones. 

Obama celebró un encuentro con un grupo de emprendedores cubanos en la fábrica del arte, para acentuar la importancia del desarrollo del sector privado en la isla.

Un estudio muestra que el número de cubanos emprendedores, los llamados “cuentrapropistas”, se han incrementado de 150 mil a 500 mil en los últimos cinco años, aún cuando se trata de un proceso gradual en que las economías de escala son limitadas. Este martes, desde el Gran Teatro Alicia Alonso de La Habana, el presidente Obama dirigirá un mensaje al pueblo cubano, el cual será transmitido en televisión nacional.

Más adelante realizará un encuentro sin precedentes con miembros de la sociedad civil de Cuba, un grupo seleccionado por la Casa Blanca para discutir la situación de los derechos humanos y la libertades políticas en la isla.

En la última parte de su escala en Cuba, Obama participará junto con su colega cubano Raúl Castro en un juego de béisbol de exhibición, entre la Selección Nacional de Cuba y el equipo profesional estadunidense las Mantarrayas de Tampa Bay.

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