contra blancos terroristas del Estado Islámico (EI) en Siria, dijo hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Entre los tres mil 222 civiles muertos hay 768 menores de 18 años y 562 mujeres.
Miles de personas también resultaron heridas, muchas de ellas sufrieron discapacidades permanentes debido a la pérdida de extremidades, expuso el OSDH.
El observatorio, con sede en Londres y una amplia red de activistas en Siria, dijo que los civiles murieron en ataques aéreos de la alianza dirigida por Estados Unidos en las provincias de Al Raqa, Hasaka, Alepo, Idlib y Deir Ezzor, donde en este último lugar se registró este miércoles un ataque de la coalición.
Aviones de la coalición lanzaron una serie de bombardeos contra barrios residenciales de Al Soussa y sus alrededores, en el sureste de la provincia de Deir Ezzor, dejando numerosos muertos y heridos, dijo la agencia siria de noticias SANA.
Este ataque tuvo lugar cinco días después de que la coalición liderada por Estados Unidos atacó con aviones de guerra los edificios residenciales en las aldeas de al-Sousa y al-Bubadran, en el sureste de Deir Ezzor, matando a 62 civiles, en su mayoría mujeres y niños, además hiriendo a un número sin precisar.
La cancillería siria consideró ese bombardeo un crimen de guerra y un crimen de lesa humanidad, pues demuestra una vez más el desprecio de la coalición por el derecho internacional y el derecho internacional humanitario.
El gobierno de Siria reclamó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una investigación independiente e imparcial sobre el ataque aéreo.
Siria ha exigido al Consejo de Seguridad de la ONU asumir sus responsabilidades, tomar acciones rápidas para poner fin a estos crímenes y evitar que vuelvan a ocurrir, además poner fin a la presencia ilegal de las tropas estadunidenses y extranjeras en territorio sirio.