Los rastreos de COVID-19 en Alemania continúan mientras surge la polémica

 En el distrito berlinés de Tempelhof-Schöneberg los responsables de sus servicios de Salud gestionan al personal que se dedica a tareas de detección de contagiados, gestión de sus datos, planificación de tomas de muestras y archivo y organización.

Su departamento de Salud indica que disponen del número de empleados para esas tareas que corresponden a las normas vigentes en todo el país, es decir, cinco por cada 20.000 habitantes.

Pero una de sus responsables, Jana Kellermann, reconoce a Efe que "el número de empleados desplegados diariamente, incluidos los fines de semana y días festivos, debe adaptarse continuamente a la situación epidemiológica actual".

"El departamento de salud proporciona la mayoría de los empleados, pero también recibimos apoyo personal de la oficina del distrito y, si es necesario, también del ejército y el RKI" (el Instituto Robert Koch, la instancia epidemiológica de referencia en Alemania), completa Kellermann.

Explica además que el número de casos que gestionan varía de un día a otro, de unos pocos casos a una lista más amplia de personas de contacto de los contagiados, y que además se presta apoyo a entidades médicas y residencias de ancianos.

El sistema de rastreo alemán ha sido mencionado como uno de los elementos que ha podido explicar la baja incidencia relativa en Alemania de la pandemia, unido a un sistema sanitario fuertemente descentralizado con acceso a multitud de laboratorios regionales y dotado de un elevado coeficiente de camas de cuidados intensivos por habitante.

Según los últimos datos actualizados del RKI, en Alemania se han detectado 209.653 casos de COVID-19, con un total de 9.148 fallecidos hasta este fin de semana; en los últimos días se ha registrado un incremento de nuevos contagios -955 en 24 horas, el sábado-, como en otros países europeos.

ENTRE 20 Y 30 MINUTOS DE TRAMITACIÓN POR CASO

"Como norma, se necesitan entre 20 y 30 minutos para la tramitación de cada caso", explica Kellermann, quien describe el inicio del rastreo: comienza con una valoración inicial de lo prioritario que puede ser un contagio y que incluye el contacto telefónico con la persona afectada.

Al contagiado se le pregunta por los síntomas observados, eventuales factores de riesgo, estancias hospitalarias previas, si tiene las condiciones para cumplir con una cuarentena y medir constantes como la temperatura corporal dos veces al día, así como una descripción de contactos personales que haya podido tener.

Se trata de un proceso de obtención de información, que añade Kellermann, también se sigue con las personas que hayan tenido contacto con el contagiado.

"Tan pronto como una persona de contacto informa de la existencia de síntomas asociados con el coronavirus, el departamento de salud hace una toma de muestra a domicilio", agrega la funcionaria.
Kellermann precisa que esa prueba tiene que hacerse en la medida de lo posible el mismo día en que se comunica el caso, "con el fin de enviar a la cuarentena a los posibles contactos asintomáticos positivos a tiempo"; entre 5 y 7 días después se vuelve a hacer la toma de muestra.

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