Después de semanas de asedio, las desmoralizadas tropas afganas cedieron Herat a los insurgentes, que en apenas una semana se han hecho con un tercio de las 34 capitales provinciales del país.
Horas antes habían perdido Ghazni, la capital provincial más cercana a Kabul tomada hasta ahora y enlace entre la capital y Kandahar, la segunda ciudad afgana, también bajo asedio.
En la última semana, el gobierno ha perdido casi todo el norte, el sur y el este de Afganistán, manteniendo el control de la capital y un puñado de ciudades, muchas de ellas en riesgo.
Señal del descalabro, Estados Unidos y Reino Unido anunciaron el despliegue de soldados para evacuar rápidamente su personal diplomático en la capital.
El Pentágono indicó que tres mil soldados serán desplegados en Kabul en las próximas 24-48 horas, insistiendo en que no atacarán a los talibanes, mientras que el gobierno británico anunció el envío temporal de 600 soldados.
"Vamos a reducir nuestra presencia civil en Kabul ante la evolución de la situación de seguridad", dijo el portavoz de la diplomacia estadounidense Ned Price.
Cae Herat
Gran ciudad del oeste de Afganistán, cerca de la frontera con Irán, Herat cayó bajo control de los talibanes.
"Tuvimos que dejar la ciudad para evitar más destrucción", indicó una fuente de seguridad, explicando que se habían retirado a una base militar cercana.
Un portavoz insurgente aseguró que "los soldados entregaron sus armas y se unieron a los muyahidines" y que "decenas de vehículos militares, armas y municiones" cayeron en sus manos.
Los talibanes "izaron sus banderas por toda la ciudad", dijo Masoom Jan, un residente. "Realmente tenemos miedo, nos tomó por sorpresa, no hemos siquiera dejar la ciudad", añadió.
En las últimas semanas, Herat había sido escenario de intensos combates entre insurgentes y el Ejército, respaldado por las milicias de Ismail Khan, un conocido señor de la guerra local.