COVID-19 de todos los empleados del Gobierno federal, un total de 2,1 millones de personas, informaron este jueves los medios estadounidenses.
Biden tiene previsto dar a conocer la decisión en un discurso desde la Casa Blanca a las 17.00 hora local (21.00 GMT).
En él, el mandatario delineará sus planes para frenar al avance de la variante delta en el país y su estrategia de administrar una tercera dosis de la vacuna para reforzar la inmunidad entre la población.
Biden reforzará, de este modo, las exigencias sobre los empleados federales quienes hasta ahora tenían la opción de no ser vacunados si se sometían a pruebas de COVID-19 de manera regular.
Además, exigirá el mismo requisito a los contratistas que trabajen con el Gobierno federal, y presionará a las empresas privadas para que hagan lo mismo. A finales de agosto, el Departamento de Defensa ordenó la vacunación de todos sus soldados, tanto en activo como la reserva, como parte del impulso por aumentar la inoculación entre la población estadounidense.
El 53,3 % de los estadounidenses ha recibido la pauta completa de las vacunas contra la COVID-19, incluidos el 62,4 % de los mayores de 12 años, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
No obstante, la distribución regional es sumamente desigual con especial preocupación en el sur de EE.UU., en estados como Alabama, Luisiana y Misisipi, donde los niveles de vacunación son mucho menores.
La expansión de la variante delta ha devuelto un panorama sombrío a EE.UU., el país con más muertes por COVID-19 del mundo, cuya media diaria de casos volvió a superar los 150 mil la semana pasada por primera vez desde enero, lo que ha saturado los hospitales y provoca más de mil fallecimientos cada día.