contra el coronavirus antes de final de año, para frenar la "marea" de infecciones que se prevén por la expansión de la variante ómicron.
En un mensaje televisado a la nación, el primer ministro británico, Boris Johnson, reconoció que su país se enfrenta a una "emergencia" por la rápida transmisión de la ómicron, lo que obliga a adelantar en un mes el objetivo de vacunar a todos los adultos con el refuerzo, anteriormente fijado para final de enero.
Johnson advirtió además de que esa masiva movilización del Estado, en la que también participará el Ejército, obligará a cancelar consultas y revisiones médicas hasta el año próximo, pero lo justificó ante la amenaza que supone la ómicron para las "libertades" de los ciudadanos.
"Nadie debería tener ninguna duda de que está llegando una marea de ómicron y me temo que está claro que dos dosis de la vacuna sencillamente no son suficientes para darnos el nivel de protección que necesitamos", dijo Johnson.
La dosis de refuerzo podrá inyectarse a todos aquellos que ya hayan recibido la segunda dosis hace al menos tres meses.
Johnson recordó en su alocución que los expertos todavía ignoran si la enfermedad que causa la nueva variante es más grave que las anteriores, pero existe consenso en que es mucho más contagiosa.
Los hospitales británicos ya han comenzado a recibir pacientes infectados por la ómicron y se teme que, aún si la variante produce efectos menos severos, el sistema nacional de salud (NHS) se vea desbordado ante un aluvión de ingresos.