puede abandonar el país ahora, por el bien de su población y de la seguridad global en general, dijo este miércoles el titular de la ONU.
"En este momento, necesitamos que la comunidad mundial -y este Consejo- pongan sus manos al volante del progreso, proporcionen recursos y eviten que Afganistán siga cayendo en picado", afirmó el Secretario General de la ONU.
Antonio Guterres también esbozó una serie de medidas para los gobernantes de facto del país, los talibanes, pidiéndoles que amplíen las oportunidades y la seguridad de los afganos, que respeten sus derechos humanos y que demuestren un compromiso real de formar parte de la comunidad internacional.
Los afganos necesitan paz y ayuda de inmediato
El Secretario General continuó su intervención indicando que durante mucho tiempo se ha usado injustamente como plataforma para agendas políticas, ventajas geopolíticas, dominio ideológico, conflictos brutales y terrorismo.
"Por una cuestión de responsabilidad moral -y de seguridad y prosperidad regional y mundial- no podemos abandonar al pueblo de Afganistán".
Los afganos necesitan paz, esperanza y ayuda, y la necesitan ahora, remarcó.
La economía del país se está hundiendo en medio de otro invierno brutal, y la vida cotidiana se ha convertido en "un infierno helado". Más de la mitad de los ciudadanos se enfrentan a unos niveles de hambre extremos, y algunas familias se han visto obligadas a vender a sus bebés para poder comprar comida.
Mientras tanto, las sanciones y la desconfianza del sistema bancario mundial tienen congelados casi 9000 millones de dólares en activos de los bancos centrales, y los sistemas esenciales carecen de los fondos necesarios.
A medida que se produce el hundimiento económico, también pierden terreno los derechos humanos. El jefe de la ONU destacó durante su intervención la situación de las mujeres y las niñas, que se ven de nuevo excluidas de las oficinas y de las aulas. Igualmente pidió la liberación de las activistas que fueron detenidas o secuestradas recientemente.
Guterres también recordó al Consejo que, a principios de enero, la ONU lanzó un llamamiento humanitario para Afganistán por un valor de 4400 millones de dólares que busca evitar el colapso de los sistemas alimentario, educativo y económico e instó a los países a suspender las normas y condiciones que restringen tanto la economía afgana como las operaciones humanitarias que salvan vidas.
La reactivación de la economía no puede esperar más
"En este momento de máxima necesidad, estas normas se deben revisar con seriedad", dijo, haciendo hincapié en la necesidad de pagar los salarios de los servicios públicos.
El Secretario General subrayó la necesidad de "poner en marcha" la economía afgana aumentando la liquidez, por ejemplo, liberando las reservas de divisas congeladas y mediante inyecciones de efectivo.
"Nuestro equipo en Afganistán está dispuesto a trabajar con los Estados miembros y otros (actores) para establecer sistemas de rendición de cuentas que garanticen que los fondos se destinan al pueblo afgano más necesitado y no se desvían", dijo.
Llamado a defender los derechos fundamentales de las mujeres y de las niñas
El jefe de la ONU también instó a los talibanes a que demuestren un verdadero compromiso para formar parte de la comunidad internacional. "La ventana para el establecimiento de la confianza está abierta. Pero esta confianza debe ganarse”, dijo.
Recordó que Afganistán lleva demasiado tiempo siendo un terreno propicio para los grupos terroristas y subrayó la necesidad de promover la seguridad y luchar contra el terrorismo.
"Si no actuamos y ayudamos a los afganos a capear esta tormenta, la región y el mundo pagarán un precio muy alto", dijo Guterres, e instó a las autoridades de facto a colaborar con la comunidad mundial para acabar con la amenaza terrorista.
"Debemos impedir la propagación de todas las organizaciones terroristas en el país. Y al igual que hago un llamamiento a la comunidad internacional para que aumente su apoyo al pueblo de Afganistán, hago un llamamiento igualmente urgente a los dirigentes talibanes para que reconozcan y protejan los derechos humanos fundamentales que toda persona comparte", solicitó.
Además, les invitó "a aprovechar este momento y a ganarse la confianza y la buena voluntad internacionales reconociendo -y defendiendo- los derechos humanos básicos que corresponden a todas las niñas y mujeres".
Lanzamiento de una nueva iniciativa para Afganistán
Como muestra del compromiso de la ONU de permanecer en Afganistán, cuya ayuda alcanzó a unos 18 millones de personas el año pasado, el equipo de la Organización en el país lanzó hoy el Marco de Compromiso de Transición, un plan de 3600 millones de dólares que contribuirá a salvar vidas y mantener la sanidad, la educación y otros servicios esenciales a lo largo de 2022.
La máxima responsable de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán, Deborah Lyons, explicó que la inversión busca revertir el constante aumento de la pobreza, al tiempo que garantiza que no se haga un uso indebido o el desvío de los fondos de los donantes.
Una "senda" hacia el compromiso
Sin embargo, ante la "comprensible reticencia" de los donantes, espera que los talibanes demuestren su compromiso con una "senda" hacia un futuro compromiso con la comunidad internacional.
Lyons especificó que por "senda" se refiere a alcanzar una serie de “compromisos claros y mutuamente entendidos, con los derechos humanos a la cabeza, que tendrían como resultado la reincorporación de Afganistán a la comunidad de naciones, asegurando una legitimidad interna que se ajuste a la historia moderna de Afganistán y a las aspiraciones de su población, a su carácter multiétnico y a su identidad islámica tradicional", dijo.
Al mismo tiempo, informó de que las autoridades de facto han tomado algunas medidas para funcionar más eficazmente como gobierno, entre ellas la de acordar un presupuesto totalmente costeado con sus propios ingresos.
Vivir en un entorno de intimidación
"Por otra parte, aquí en el terreno hay pruebas convincentes de un entorno emergente de intimidación y un deterioro del respeto a los derechos humanos", declaró Lyons desde la capital, Kabul.
"Esto indica que la consolidación de la autoridad gubernamental puede estar derivando hacia el control de la población mediante el miedo, en lugar de comprender y responder a sus necesidades”, añadió.
A pesar de los anuncios por parte de los talibanes de que se producirían amnistías generales para antiguos trabajadores gubernamentales o para aquellos que defendieron el régimen, la Misión de la ONU sigue recibiendo denuncias creíbles de asesinatos, desapariciones forzadas y otras violaciones. A la vez, aumentan las detenciones de opositores políticos, representantes de la sociedad civil y otros disidentes.
"Y debo subrayar ante este Consejo que seguimos muy preocupados por la suerte de varias activistas que fueron secuestradas en sus casas y han desaparecido", alertó.
"Ningún afgano debería vivir con el temor de que llamen a su puerta por la noche y ninguna familia debería tener que preguntarse por el paradero y la suerte de sus seres queridos", especificó.
Hay que Gobernar en base a la confianza, no al miedo
Lyons destacó que, si los talibanes quieren demostrar su compromiso de gobernar en base a la confianza y no al miedo, primero deben iniciar un diálogo más amplio hacia la reconciliación nacional, un proceso que debe empezar y estar totalmente diseñado por los afganos.
Las autoridades de facto también deben cumplir su compromiso con la educación de las menores, continuó, y celebró las recientes declaraciones de que las niñas de cualquier edad recibirán educación en todo el país.
La promesa de detener a los grupos terroristas también debe ir acompañada de acciones más significativas, aunque sugirió que en este caso será necesario "cierto grado de realismo".
"Dado el interés común en hacer frente a esta amenaza, si se puede establecer una confianza suficiente, éste podría ser un ámbito de cooperación potencial entre la comunidad internacional y las autoridades de facto", dijo. "Se requiere una nueva conversación, un nuevo diálogo sobre esto".