La ONU anunció este jueves (05.05.2022) el envío de un nuevo convoy para rescatar a los civiles de la acería Azovstal, último foco de la resistencia ucraniana en Mariúpol, pese a que Ucrania acusa a Rusia de no haber respetado una tregua unilateral que había prometido para facilitar la evacuación.
"Todavía tenemos que evacuar civiles de allí, mujeres y niños. Solo imaginen (...) más de dos meses de bombardeos y muertes constantes", dijo el presidente ucraniano Volodimir Zelenski en su cotidiano discurso vespertino.
Las informaciones sobre la acería en esa ciudad portuaria, objetivo clave de la ofensiva de Moscú para unir las zonas bajo su control en el este y el sur de Ucrania, son contradictorias.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que "sigue dispuesto" a garantizar una evacuación "segura" de los civiles, pero instó a Kiev a ordenar a los milicianos que siguen en la planta que "depongan las armas".
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, afirmó que los corredores humanitarios "están funcionando" para evacuar a los civiles guarecidos en los kilométricos túneles de la acería, que según las autoridades locales serían unos 200.
Peskov también aseguró que el ejército ruso estaba respetando el alto el fuego, que según el anuncio oficial debería durar tres días.
"Sangrientos combates"
Pero un alto consejero de la presidencia ucraniana, Olexiy Arestovich, indicó que los rusos que entraron en el complejo fueron repelidos, sin dar mayores detalles, alegando que las informaciones de que disponía eran contradictorias.
El subcomandante del batallón ucraniano Azov, Sviatoslav Palamar, dio parte en un video de "sangrientos combates" y acusó a las tropas rusas de "violar su promesa de tregua".
Pese a las incertidumbres sobre la situación, la ONU anunció que un convoy de vehículos se dirigía a Azovstal, a donde debería llegar el viernes por la mañana, para proceder a la evacuación.
Unas 344 personas fueron evacuadas el miércoles de Mariúpol y sus alrededores hacia Zaporiyia, una ciudad bajo control ucraniano, a unos 230 km, según el presidente ucraniano Zelenski.
Y un centenar de civiles salieron de Azovstal el fin de semana, en una operación organizada por la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Pero "aún hay civiles. Mujeres, niños", afirmó Zelenski, que pidió ayuda al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para nuevas misiones.