adhesión al bloque de 27 naciones, un primer paso en un largo e impredecible camino hacia la membresía que podría demorarse años.
Convertir a este país devastado por la guerra en candidato parece ahora un hecho, luego de la división inicial entre los mandatarios sobre la rapidez con la que se podría aceptar el pedido que la nación realizó unos días después del inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.
De acuerdo con varios diplomáticos de la UE, que hablaron bajo condición de anonimato antes de la cumbre de Bruselas, Ucrania recibirá la aprobación unánime necesaria para el inicio del proceso.
El bloque se ha mostrado unido en el respaldo a la resistencia ucraniana frente a la invasión rusa, adoptando sanciones económicas sin precedentes contra Moscú. Sin embargo, en un primer momento existían diferencias en cuanto a la premura con la que Bruselas debía aceptar a Ucrania, con Holanda, Suecia y Dinamarca entre los más escépticos.
Pero la candidatura ucraniana recibió un importante impulso la semana pasada cuando el brazo ejecutivo de la UE, la Comisión Europea, dio su visto bueno en base a las respuestas de Kiev a un cuestionario recibido en abril y principios de mayo. Además, los mandatarios de Francia, Alemania, Italia y Rumanía se comprometieron también a respaldar la propuesta en una visita conjunta a Kiev la semana pasada.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo que el miércoles habló con 11 líderes comunitarios, tras conversar con otros nueve en la víspera, en otro indicio de lo importante que es para su país la candidatura al bloque. Según Zelenskyy, la cumbre de Bruselas será “una sesión histórica del Consejo Europeo”.
El estatus de candidato no concede el derecho automático de adhesión y tampoco proporciona garantías de seguridad.
En el caso de Ucrania, el inicio de las conversaciones de adhesión dependerá de su capacidad para cumplir las condiciones políticas y económicas básicas.
Para entrar a la UE, los aspirantes tienen que demostrar que cumplen con los principios democráticos básicos, y deben incorporar unas 80.000 páginas de normas que abarcan casi todo, desde el comercio y la inmigración hasta los fertilizantes y el Estado de derecho.
Para ayudar a los países en esta situación, el bloque puede ofrecer ayuda técnica y financiera a lo largo de las negociaciones, pero también puede decidir revocar ese estatus si no se aplican las reformas requeridas.
Los funcionarios europeos han dicho que Ucrania ha implementado ya alrededor del 70% de las normas, reglas y estándares europeos, pero también han señalado repetidamente la corrupción y la necesidad de profundas reformas políticas y económicas.
Es poco probable que las conversaciones de adhesión comiencen antes del próximo año, y la posibilidad de que la guerra se alargue mucho en el tiempo aumenta la incertidumbre.
“Se necesitarán esfuerzos considerables, especialmente en la lucha contra la corrupción y el establecimiento de un Estado de derecho efectivo”, indicó el primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo. “Pero estoy convencido de que precisamente la reconstrucción (de posguerra) de Ucrania proporcionará oportunidades para dar importantes pasos hacia adelante”.
Los líderes debatirán también una recomendación para que la Comisión conceda también a Moldavia — una pequeña nación que no forma parte de la OTAN y comparte frontera con Ucrania — el estatus de candidato. El estancado proceso de ampliación del bloque para incluir a los países de los Balcanes Occidentales formará parte de la agenda.