personas han muerto y decenas han resultado heridas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
La Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos en América del Sur instó a todos los actores políticos y sociales de Ecuador a “iniciar de forma urgente un diálogo significativo y de buena fe”, que ofrezca una salida a las tensiones y violencia en el marco de recientes protestas convocadas por movimientos indígenas y otros sectores en el país.
“Todas las partes deben redoblar sus esfuerzos para encontrar vías de diálogo efectivo que ponga fin a la violencia”, exhortó el jefe de la Oficina en América del Sur, Jan Jarab.
El país sudamericano lleva más de una semana de protestas encabezadas por la comunidad indígena para exigir al gobierno de Guillermo Lasso reformas sociales y económicas, ante una economía golpeada por la inflación y el desempleo.
Según informaciones de prensa, al menos cuatro personas han fallecido y un centenar han resultado heridas en las protestas. Existen reportes de formas indebidas del uso de armas y munición menos letal por parte de agentes del Estado, como también de acciones violentas de manifestantes.
Jarab hizo un llamado a la “investigación pronta y exhaustiva” de estos graves hechos y recordó que las fuerzas del orden deben respetar “los principios de necesidad, proporcionalidad, precaución y rendición de cuentas”.
En particular, el uso de gases lacrimógenos debe ser excepcional y solo si es estrictamente necesario, a distancia de los centros de educación y salud. “Los agentes del Estado deben actuar con apego irrestricto a las normas internacionales de derechos humanos”, recordó.
Ataques a defensores y periodistas
La Oficina de Derechos Humanos también ha recibido información “inquietante” sobre ataques y amenazas contra defensores de derechos humanos, comunicadores, personal médico e instalaciones de salud.
“Rechazamos enérgicamente todos los actos de violencia cometidos por particulares. Al mismo tiempo, instamos a las autoridades a realizar la debida distinción entre manifestantes pacíficos y grupos o individuos que recurren a la violencia”, señaló.
Por último, el Representante aseguró que su Oficina continuará dando seguimiento a la situación, en cooperación con el Sistema de las Naciones Unidas en Ecuador, y reiteró su disposición para apoyar a la sociedad ecuatoriana en sus esfuerzos para dar una respuesta a la crisis desde un enfoque de derechos humanos.
Por su parte, UNICEF pidió que, ante la presencia de niños en la Universidad Central y la Universidad Politécnica Salesiana, donde se concentraban manifestantes, se respeten esos espacios y no se lleve a cabo ninguna acción que pueda ponerlos en peligro