familia española de Barcelona tenía en su poder, en el marco de una campaña para rescatar el patrimonio histórico sacado ilegalmente del país.
Estos objetos, de los cuales 1.371 están relativamente completos y el resto son fragmentos, ya están en custodia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y serán exhibidos a partir de este martes en el museo del Templo Mayor, en el centro de la capital mexicana.
"Esta es la más importante recuperación de piezas arqueológicas por vía de la restitución de sus originales dueños, lo único que nos han pedido es mantener en reserva el nombre de la familia que tenía estas piezas", dijo el canciller Marcelo Ebrard durante la habitual conferencia presidencial matutina.
Entre los objetos recuperados que llegaron desde Barcelona se destacan figuras talladas en piedra, puntas de flecha, platones y vasijas.
"En el momento en el que recibimos estas cajas con el material arqueológico y empezamos a ver el tipo de objetos que se trataban, nos emocionamos mucho porque hay piezas muy importantes, muy interesantes", comentó a la AFP la directora del museo Templo Mayor, Patricia Ledezma.
Ebrard detalló que el gobierno, que entró en funciones en diciembre de 2018, ha conseguido hasta la fecha recuperar 8.970 piezas. La mayoría estaban en Europa y algunas, las más importantes, iban a ser subastadas.
"Se está recuperando patrimonio arqueológico y cultural de México en el extranjero (...) miles de piezas arqueológicas que se habían robado", señaló de su lado el presidente Andrés Manuel López Obrador en la misma rueda de prensa.
Ebrard explicó que las casas de subastas y los gobiernos de otros países usualmente piden a México que demuestre que las piezas le pertenecen.
Pero en algunos casos, añadió, el gobierno mexicano ha conseguido hacer valer su tesis de que quienes venden "deben demostrar el origen legal" de las piezas.
Algunas piezas han sido recuperadas por medio de redadas policiales, como ocurrió en Italia en 2021, mientras que Bélgica, en marzo pasado, detuvo una subasta a petición del gobierno mexicano.
Museos y particulares también han decidido voluntariamente restituir este patrimonio, pero en países como Francia las gestiones han fracasado.