por delante: parar el aumento de precios, impulsar la economía, reducir el descontento laboral y arreglar un sistema nacional de salud aquejado por largas listas de espera y escasez de personal.
Truss comenzó a nombrar de inmediato a los altos miembros de su gabinete para abordar diversas situaciones dominadas por la crisis energética derivada de la invasión de Rusia a Ucrania que amenaza con elevar los recibos de electricidad a niveles inasequibles, cerrar empresas y dejar a las personas más pobres de la nación tiritando de frío el próximo invierno.
Truss –la tercera mujer que ocupa el cargo de primera ministra británica– nombró un equipo con diversidad étnica y de género, pero leal a ella y sus políticas de libre mercado. Kwasi Kwarteng se convierte en la primera titular de raza negra del Tesoro británico, y Therese Coffey será la primera viceprimera ministra. Otros nombramientos incluyen a James Cleverly como secretario del Exterior y Suella Braverman como secretaria del Interior, responsable de asuntos de inmigración y del orden público.
En su discurso inaugural afuera de su nueva residencia en Downing Street, Truss dijo que reducirá impuestos para estimular el crecimiento económico, fortalecerá el Servicio Nacional de Salud y abordará directamente la crisis energética, aunque no abundó en detalles sobre cómo implementará esas políticas. Se prevé que el jueves presente su plan energético.
La prensa británica reportó que Truss tiene previsto fijar un límite a los recibos de la electricidad. El costo de esa medida para los contribuyentes podría alcanzar los 100 mil millones de libras (116 mil millones de dólares).
“No deben intimidarnos los desafíos que enfrentamos”, dijo Truss en su discurso inicial como primera ministra.
Truss, de 47 años, asumió el cargo horas antes en el castillo Balmoral, en Escocia, cuando la reina Isabel II le solicitó formalmente que formara un nuevo Gobierno en una ceremonia cuidadosamente coreografiada conforme a una tradición de siglos. Momentos antes, el primer ministro saliente Boris Johnson renunció formalmente durante su propia audiencia con la reina, dos meses después de que anunciara su intención de dimitir.
"Por muy fuerte que sea la tormenta, sé que el pueblo británico es más fuerte"
Liz Truss, primera ministra de Gran Bretaña