El papa Francisco pidió el miércoles (14.09.2022) el fin de la "trágica e insensata guerra" de Rusia en Ucrania, durante la apertura de su visita a la exrepública soviética de Kazajistán, para unirse a líderes religiosos de todo el mundo y rezar por la paz.
Francisco voló a la capital kazaja de Nur-Sultan para reunirse con el presidente Kassym-Jomart Tokayev en una visita oficial de Estado, como parte de una gira papal de tres días. Este miércoles y el jueves, participará en una reunión interreligiosa trienal patrocinada por el gobierno, que reúne a más de 100 delegaciones religiosas de 50 países.
A su llegada, en un acto en la sala de conciertos Qazaq, Jorge Mario Bergoglio elogió el compromiso de Kazajstán con la diversidad y el diálogo, y su progreso tras décadas de represión estalinista, cuando el territorio kasajo fue el destino de cientos de miles de deportados soviéticos.
El papa dijo que el país, que limita con Rusia al norte y China al este y que alberga a unos 150 grupos étnicos y 80 lenguas, tiene un "papel fundamental que desempeñar'' para ayudar a aliviar conflictos en otros lugares.
Recordando que San Juan Pablo II visitó Kazajstán días después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, Francisco reprobó "la insensata y trágica guerra que estalló con la invasión a Ucrania".
"He venido para hacerme eco de la súplica de todos los que claman por la paz, que es el camino esencial para el desarrollo de nuestro mundo globalizado", dijo.
Francisco, de 85 años, realizó esta gira a pesar de una dolencia en los ligamentos de la rodilla, que ha reducido su movilidad durante todo el año. Se esforzó por caminar en el pasillo del avión durante el vuelo de seis horas y media desde Roma, y parecía cansado y dolorido mientras cojeaba con su bastón. En varias ocasiones debió trasladarse en silla de ruedas.
Debido a ello, los médicos le han dicho al Sumo Pontífice que por el momento, cualquier otro viaje -a Kiev, por ejemplo- está descartado.