frontera con México a partir de la próxima semana, en anticipación a un previsible aumento en las llegadas de migrantes cuando se levanten las restricciones vigentes durante la pandemia.
El personal militar se encargará de capturar datos, apoyo a almacenes y otras tareas administrativas para que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza pueda concentrarse en el trabajo de campo, declaró la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Los soldados “no ejercerán funciones policiales ni interactuarán con migrantes o inmigrantes”, afirmó Jean-Pierre. “Ello dejará libre a los agentes de la Patrulla Fronteriza para que puedan cumplir con sus importantes labores policiales”.
Los militares, que cumplirán esta misión por 90 días, provendrán del Ejército y del Cuerpo de Infantería de Marina, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, buscará cubrir el faltante con efectivos de la Guardia Nacional o la Reserva durante ese periodo, informó el portavoz del Pentágono, general de brigada de la Fuerza Aérea Pat Ryder. Actualmente hay dos mil 500 elementos de la Guardia Nacional destacados en la frontera.
Las restricciones por el COVID-19 han permitido a Estados Unidos rechazar a miles de migrantes que cruzan la frontera, pero serán levantadas el 11 de mayo, y las autoridades fronterizas se preparan para un muy probable incremento en el número de llegadas. Incluso en medio de las restricciones, el Gobierno ha registrado cifras sin precedentes de personas que cruzan la frontera desde México, y el presidente Joe Biden ha respondido con medidas contra quienes ingresen de manera ilegal, y con la creación de nuevas rutas para ofrecer alternativas a la peligrosa y a menudo mortal travesía.
Para Biden, que hace una semana anunció su campaña de reelección, la decisión muestra que su Gobierno efectúa un esfuerzo serio para reducir el número de cruces ilegales por ser un posible punto de críticas republicanas, y envía un mensaje a quienes busquen ingresar indebidamente de que no intenten la travesía. Pero también puede acarrearle comparaciones indeseables con su predecesor republicano, cuyas políticas son criticadas con frecuencia por el propio Biden. El Congreso, por su parte, se ha rehusado a impulsar medidas sustanciales relacionadas con la inmigración.
El ex presidente Donald Trump desplegó soldados en activo en la frontera para que ayudaran al personal de la Patrulla Fronteriza en el procesamiento de grandes caravanas de migrantes, además de los elementos de la Guardia Nacional que ya trabajaban en esa capacidad. Jean-Pierre restó importancia a cualquier similitud entre la forma.