y Estados Unidos abordarán en una reunión este martes será el descenso de los flujos migratorios tras el fin del Título 42, así como la inversión en los países de Centroamérica para subsanar los problemas que generan el desplazamiento de personas.
"Vamos a hacer una revisión de cómo vamos en el plan para la migración, porque ya tenemos 885.000 visas y permisos. Hay una caída en el flujo, no pasó lo que muchos esperaban, que hubiera una crisis mayúscula en la frontera", dijo este martes Ebrard al ser preguntado por los medios de comunicación acerca del contenido de la reunión que el Gobierno mexicano mantendrá con la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall.
Esas 885.000 visas corresponden a los permisos laborales entregados por Estados Unidos a mexicanos y otros migrantes latinoamericanos entre 2022 y 2023.
Tras la caída del Título 42, una norma sanitaria promulgada por el expresidente Donald Trump (2017-2021) y mantenida por el actual mandatario, Joe Biden, que, con el pretexto de la pandemia del coronavirus, permitía expulsar a los migrantes que ingresasen a Estados Unidos, Ebrard celebró que la frontera está recibiendo "solo 20 o 30 personas al día".
Además de este descenso en los flujos migratorios, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) indicó que abordarán la inversión en los países centroamericanos, de donde provienen una gran parte de los migrantes que transitan por México para llegar hasta Estados Unidos.
La reunión, que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció esta mañana en su rueda de prensa diaria, dará comienzo a las 18.00 (00.00 GMT) y está previsto que se alargue durante algo más de una hora.
"La invitó (a Sherwood-Randall) el presidente la última vez que vino", subrayó Ebrard.
La última visita de la funcionaria estadounidense, considerada la principal estratega de la Casa Blanca contra el fentanilo, un opiode sintético que ha causado cientos de miles de muertes en Estados Unidos, se dio el pasado 8 de mayo, en la que abordaron el tráfico de drogas, armas y migrantes, además de cooperación para el desarrollo.
Con la de este martes sumarán tres reuniones, enmarcadas todas ellas por las tensiones diplomáticas entre ambos países por el tráfico de fentanilo, que la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) asegura que se produce en México con precursores químicos chinos, y las nuevas políticas migratorias.