en una vasta zona alrededor del Gran Cañón, como parte de su viaje al suroeste de Estados Unidos para convencer a sus habitantes, azotados por el calor, de su política climática.
Biden otorgará a la zona de 400.000 hectáreas el estatus de "monumento nacional", informó a la prensa Ali Zaidi, asesor climático de la Casa Blanca, en el Air Force One, que trasladó al mandatario demócrata de 80 años a Arizona a última hora del lunes.
Zaidi dijo que este nuevo estatus prohibirá nuevos proyectos de explotación de uranio en el lugar, sin afectar los derechos mineros existentes.
Las tribus nativas americanas en esa región habían solicitado esta prohibición durante décadas, en un intento por frenar la actividad minera en torno al inmenso valle fluvial.
La creación de una nueva zona protegida es, a la vez, un homenaje a la "vibrante historia" de los pueblos indígenas locales y una salvaguarda del "ecosistema increíblemente importante" que rodea al río Colorado, afirmó Zaidi.
El periplo de Biden por el suroeste estadounidense, que incluye paradas adicionales en Nuevo México y Utah, se produce cuando la región se recupera de una brutal ola de calor, con temperaturas que han rozado los 50°C.
El presidente, candidato a la reelección, tiene previsto aprovechar su visita para "destacar cómo su administración ha realizado inversiones históricas en clima, conservación y energías limpias", según la Casa Blanca.
::: "Amenaza existencial" :::
La fecha de este viaje no fue elegida por casualidad, ya que la llamada Ley de Reducción de la Inflación (IRA), eje de su mandato, cumplirá un año el 16 de agosto.
Se llama así porque cuando el Congreso la aprobó la inflación tocaba máximos en 40 años.
El objetivo de este plan es reducir las emisiones de CO2 en un 40% de aquí a 2030 con respecto a los niveles de 2005. Y lograr cero emisiones en 2050.